Aftas Bucales: todo lo que necesitas saber sobre ellas


Las aftas bucales, también conocidas como úlceras aftosas, son lesiones dolorosas que aparecen en la mucosa oral. Estas pequeñas heridas tienen una apariencia de manchas de color blanco o rojo y suelen ubicarse en el interior de las mejillas, labios, encías, paladar o lengua.

Las aftas pueden surgir de manera individual o en grupos y tienen bordes rojizos y elevados, con un tamaño que puede oscilar entre varios milímetros y hasta tres centímetros de anchura.

Diferentes tipos de aftas bucales

Existen tres tipos de aftas bucales según su tamaño y características:

  • Aftas menores: Son las más comunes y tienen un tamaño pequeño, de menos de un centímetro. Son dolorosas, pero generalmente no son graves y desaparecen de manera natural después de una o dos semanas.
  • Aftas mayores: Tienen una anchura de más de un centímetro y se ubican en la parte posterior de la boca. Ocasionan mucho dolor y dificultad al comer, beber y hablar. La curación puede tardar varias semanas y es posible que dejen cicatrices.
  • Estomatitis aftosa recurrente: Se caracteriza por múltiples lesiones, pequeñas o grandes, en diferentes zonas de la boca. Puede ser un trastorno recurrente.

Causas y maneras de prevenir las aftas bucales

Las causas exactas de las aftas bucales no están completamente claras, pero se sospecha que pueden estar relacionadas con factores como el estrés, cambios hormonales, infecciones, sistema inmunitario debilitado, deficiencias nutricionales, alergias alimentarias o traumatismos localizados, como morderse accidentalmente la mejilla.

Las aftas bucales suelen acompañarse de síntomas como ardor, picazón, irritación o dolor en la zona de la lesión, sensibilidad al calor o al frío, incomodidad al comer o hablar, y en algunos casos pueden afectar a otros tejidos del cuerpo.

En general, las aftas bucales se curan de manera espontánea sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, si causan mucho dolor o se presentan con frecuencia, es recomendable acudir al odontólogo para recibir recomendaciones específicas.

Los tratamientos pueden incluir enjuagues bucales o colutorios para aliviar el dolor y acelerar la curación, enjuagues naturales como agua con sal, o fármacos tópicos para aliviar el dolor, como benzocaína, fluocinonida o peróxido de hidrógeno.

Para prevenir las aftas bucales, es importante combatir factores como el estrés y llevar una alimentación equilibrada. También se deben evitar sustancias que puedan empeorar la lesión, como bebidas alcohólicas, alimentos calientes, picantes o ácidos, y alimentos duros. Mantener una adecuada higiene oral, incluyendo cepillado de dientes, uso de hilo dental y colutorio, es fundamental para prevenir problemas bucodentales.

En caso de dudas o molestias persistentes, es recomendable acudir al odontólogo para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado. La prevención y detección temprana de complicaciones orales es esencial para mantener una buena salud bucal.

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